Tenrikyo Europe Centre

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Discurso del Servicio Mensual de Febrero 2007

Sachiko COURTENEY

Año tras año, siento crecer en mí la alegría de participar del Servicio Sagrado mensual.

Ahora, permítanme mirar mi vida hacia atrás, la cual fue misteriosamente traída hasta aquí, al Centro Europeo de Tenrikyo, sucursal de la Sede de Tenrikyô.

Un refrán japonés dice: « Es en relación con nuestras vidas anteriores si nuestras mangas se  tocan ». Si, en la calle la manga del kimono de una persona desconocida toca un poco la mía, esto significa que tuve relación con esta persona durante mis vidas pasadas. Desde el punto de vista de ese refrán, nosotros, que hoy todos juntos participamos de este Servicio Sagrado, hemos sido reunidos por el destino, relacionado con nuestras vidas pasadas. Además, podemos decir que estamos unidos por un destino muy fuerte porque tenemos todos un sólo y mismo objetivo. Ese único y mismo objetivo es la suma felicidad.

Tenrikyo se traduce como « camino » o « senda ». Pienso que la enseñanza de Tenrikyo es el camino correcto para que los hombres puedan vivir y andar sin decaer, hacia un sólo y mismo objetivo. Dios Padre-Madre original y verdadero nos enseña que el objetivo principal de la vida humana es la vida plena de alegría.

Entonces yo también formo parte de los que tenían relación con el Centro Misionero que nos permite estudiar la enseñanza de la vida plena de alegría. Pero fue un proceso muy largo antes de poder llegar en este maravilloso lugar. Este rodeo demasiado largo y el tiempo perdido me desilusionaron.

Oyasama nuestra Fundadora nos dice que « el camino de cada uno » es a la medida del corazón de cada uno, que nuestro Padre- Madre nos conduce con cariño, paso a paso y con paciencia en todas las adversidades y en todas las situaciones que atravesamos, con pruebas al nivel de nuestro desarrollo espiritual y según nuestro corazón. Llevándonos por la mano, nos trajo hasta aquí, tal como un padre o una madre llevaría de la mano a su niño pequeño que apenas empieza a caminar. Creo sinceramente que así sucede. De lo que estoy segura, es que yo estoy aquí gracias a mis padres que depositaron su fe en mí.

Según los consejos de mis padres, ingresé en el Liceo de Tenri y me convertí en Yoboku antes de acabar mis estudios. Pero después de haber recibido el Sazuke, pasé mi juventud sin tener conciencia del papel de Yoboku. Hace 40 años, por misteriosas razones, me casé con un inglés que vivía en un pueblecito en el extremo norte del Reino Unido. Allí, mi vida era totalmente diferente de la que llevaba en Japón. Visité los alrededores sin encontrar ni una persona japonesa más. Pero los ingleses recibieron calurosamente a la extranjera que era. Se mostraron muy interesados y curiosos, y tenían mucha sed de conocimientos por Japón. Organizaron conferencias en las cuales yo tenía que presentar a Japón empezando por su cultura.

Hice esos discursos unas 12 o 13 veces, en « institutos de mujeres » de diferentes ciudades. En esas ocasiones me vestía con el kimono tradicional japonés. Me pesa no haber sido capaz de presentar Tenrikyo,  porque en esa época no tenía ni idea del papel de un Yoboku (madera útil). En esa época vacía de significación, llevé una vida muy alejada de la fe de Tenrikyo.

Pero un día, tuve la suerte de que mi vida cambiara de un modo que nunca lo hubiera podido imaginar. Fue gracias a una invitación, tres años antes del Centenario de la desaparición de Oyasama, a la reunión de los yoboku por parte del Centro Europeo de Tenrikyo. Oyendo este nombre por primera vez, dije « pero qué es esto, la reunión de los yoboku?... ah ! Yoboku! qué nostalgia al oír esta palabra! Si, me acuerdo que soy Yoboku ».

Oyagami, Dios Padre-Madre, que no quería esperar más mi madurez espiritual, preparó un « rally de la fe » hacia ese Centro sin poder vacilar. En cuanto participé en esta reunión de Yoboku, un mundo nuevo se abrió misteriosamente para mí como una verdadera Yoboku.

Para empezar, consagré el símbolo sagrado de Dios en mi casa, y lo he venido venerando. Después, me casé con mi marido actual, ingresé al seminario de Shuyoka de la Sede y me llegaron muchas más cosas maravillosas, unas tras otras, como tesoros. Esto era debido al hecho de estar unida con este Centro en el cual permanece Oyagami.

Evidentemente, sabéis que también llegan cosas malas, tanto en nuestro cuerpo como en nuestras vidas antes de recibir cosas buenas. Por esta razón, podemos sentir mucho placer cuando algo bueno nos llega después de haber caminado mucho tiempo.

La mejor cosa fue que mi esposo se haya convertido en yoboku durante el 120º Aniversario de la desaparición de Oyasama.

Así, Oyagami me exhortó a avanzar con mi marido, a quien conocí en este Centro.

Me alegro a veces pensando qué hubiera sido de mi vida si hubiera seguido en Inglaterra sin conocer el Centro Europeo de Tenrikyo.

Voy acabar este discurso, citando un libro titulado "Yoki". El tema es : « ¿es que Tenrikyo traspasó los mares ? »

Una vez, Oyasama le dijo a Hisa Kajimoto (más tarde Hisa Yamazawa) : « Me gustaría dar un paseo en barco. Si lo hiciera, no podría volver en dos o tres años. » Se dice que Oyasama predecía con estas palabras que se extendería la enseñanza divina a ultramar.

Aquí, Oyasama nos habla de los que propagan la enseñanza en los países extranjeros diciendo « Funa-asobi » lo que significa « paseo en barco ». Si nos enfrentamos con cada cosa apoyándonos totalmente en Oyagami, no importa cual sea la adversidad del momento, sin falta se abrirá el camino divino. Así nos podemos dar cuenta de que estas palabras representan simbólicamente el estado espiritual apacible y que va más allá de los pensamientos limitados de los seres humanos; y también son palabras enérgicas y condescendientes del Padre-Madre para los Yoboku que se dedican a la misión en el extranjero durante toda una vida.

« Si enfrentamos la adversidad apoyándonos totalmente en Oyagami sin falta  se abre el camino divino ». Yo también voy a caminar con ustedes teniendo fe totalmente en este camino.

Les agradezco su atención.