Tenrikyo Europe Centre

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Enseñanza de Tenrikyo

Introducción

La religión de Tenrikyo fue fundada el 26 de octubre de 1838, cuando Tenri-O-no-Mikoto- Dios Padre-Madre - entrando en el cuerpo de la Fundadora, Miki Nakayama - Oyasama-, nos reveló su deseo de salvar a toda la humanidad.

El objetivo de Dios Padre-Madre es guiar a todos los seres humanos hacia la realización de un mundo pleno de alegría y compartirlo con nosotros sus hijos.

La Fundadora, Oyasama, nos dejó las enseñanzas por escrito en los Textos Sagrados Ofudesaki ("Punta de la Pluma") y Mikagura-Uta (Himnos Sagrados). Personalmente nos enseñó el Tsutome (Servicio Sagrado) para la salvación universal, y nos concede el Obiyayurushi (Don del Parto Feliz) y el Sazuke (Don Divino) para librarnos de los sufrimientos y enfermedades.

La Enseñanzas

"Yo soy el Dios del origen, el Dios de la realidad. Esta es la Residencia Original. Esta vez me he revelado con deseo de salvar al mundo. Quiero recibir a Miki como templo divino."

Esta vez Dios, Oyagami, Tenri-O-no-Mikoto, entrando en Oyasama, nos revela que no sólo es el Dios que creó a los seres humanos y al mundo que no existían, sino que constantemente nos concede la vida y nos guía por toda la eternidad. Nos revela, a su vez, el lugar donde fuimos creados los seres humanos, Yiba, y la causa final de la creación, la "Vida Plena de Alegría".

Dios Padre-Madre, concibió la idea de dar origen a los seres humanos para compartir con nosotros la vida plena de alegría en este mundo. Pero, puesto que nos concede libertad espiritual, los seres humanos hemos venido usando esta libertad de forma errada, alejándonos del deseo divino de lograr la "Vida Plena de Alegría". Compadecido de este estado de sus hijos, Dios Padre-Madre, se reveló en este mundo al llegar el tiempo predeterminado, tomando a Oyasama como su templo y a través de su Vida Modelo durante 50 años, nos mostró el camino para la salvación de toda la humanidad.

En Ofudesaki nos enseña: "Este universo es el cuerpo de Dios. Reflexionadlo paso a paso en todos los asuntos." Es decir, Dios Padre-Madre nos protege constantemente tanto en el universo como a todos y cada uno de nosotros sus hijos. Y también, "Todo cuerpo humano es un préstamo de Dios. ¿Con qué pensamiento lo estáis usando?."

Oyasama nos enseñó que el cuerpo es un préstamo de Dios, una cosa tomada en préstamo por nosotros. Pero, sin comprenderlo, tendemos a usar nuestro espíritu en contra de la voluntad divina que desea la paz y alegría de todo el mundo. Es decir, poder gozar del uso libre del cuerpo o sufrir con él depende de la disposición espiritual de cada uno.

Asimismo nos dice: "Para comprender reflexionad desde el fondo del corazón. Salvando a otros os salvaréis." Nos hace reflexionar y tomar conciencia de que todos nosotros somos hijos de Dios, y al mismo tiempo, hermanos y hermanas que debemos ayudarnos mutuamente para llegar a la Vida Plena de Alegría. Esta disposición espiritual se manifiesta en actos sinceros de agradecimiento a Dios (hinokishin) que dan como resultado la alegría de los demás.

"Ashiki o harote tasuke tamae, Tenri-O-no-Mikoto (Limpiando los males, sálvanos, Tenri-O-no-Mikoto.") Recitando este verso durante el Servicio Sagrado que celebramos por la mañana y por la tarde estamos limpiando el polvo espiritual acumulado en nuestro corazón. Es el modo que Oyasama nos enseña para realizar el camino de la plena salvación que nos conduce a la "Vida Plena de Alegría". Al mismo tiempo nos enseña: "Cuando Dios haga la limpieza de todos por igual, los corazones se animarán llenos de alegría". Así, lo más importante es la limpieza diaria de nuestro espíritu usando la guía divina.

Alrededor del Yiba, lugar donde fueron creados los seres humanos, se estableció la Sede de la Iglesia Tenrikyo y posteriormente la ciudad de Tenri, en Japón.

En Tenri, hay varias instituciones educacionales y sociales como un hospital, orfanato, instituciones culturales como la Biblioteca y el famoso Museo, etc. A través de estas instituciones nos estamos esforzando en la realización del mundo de alegría hacia el entendimiento mutuo de todos los seres humanos. Así, este Camino de fe se ha extendido no sólo por todo Japón, sino también por varios países del mundo.