Enseñanza de Tenrikyo
Polvo espiritual
A través de la metáfora del polvo, Dios Oyagami nos enseña acerca del uso del corazón que no se corresponde con la Voluntad Divina.
Las partículas de polvo son tan ligeras y minúsculas que pueden ser arrastradas con un simple soplo de aire. Sin embargo si nos descuidamos, pueden acumularse rápidamente y se vuelven muy difíciles de limpiar. Si nuestro corazón, que podemos usar libremente, lo utilizamos de manera egoísta, sin estar de acuerdo con la Intención Divina, igualmente se oscurecerá y no seremos capaces de entender su Voluntad o de recibir su providencia. El polvo acumulado en nuestro corazón se manifiesta como enfermedades y problemas.
Para ayudarnos a reflexionar sobre el polvo espiritual y limpiarlo, Dios Oyagami cita 8 clases: avaricia, codicia, odio, amor propio, rencor, ira, ambición, arrogancia. Además nos advierte de que no le gustan la mentira ni la adulación. Cuando entendemos la verdad de las enseñanzas, la usamos como pauta y reformamos el uso de nuestro corazón, nuestra mente se aclarará y nuestro cuerpo se renovará. Esta limpieza del corazón se denomina usar a “Dios como escoba”.
Ocho Polvos Espirituales:
Avaricia
Hacer con mal agrado servicios corporales o espirituales. Escatimar pagos de sus obligaciones como los impuestos, no cumplir con el trabajo que le corresponde hacer para el mundo, no devolver lo que se ha tomado prestado, hacer que otros hagan lo que uno no quiere hacer buscando la comodidad de uno mismo.
Codicia
Desear dinero sin hacer esfuerzo corporal ni espiritual. Querer vestir con ropas y comer alimentos por encima de nuestras posibilidades, desear más a pesar de tener lo suficiente.
Odio
Ofenderse por el consejo o advertencia de alguien dado de buena fe y odiar a esa persona. Odiar a nuestros parientes, calumniar y burlarse a las espaldas. No condenar el delito, pero si al autor.
Amor Propio
Pensar en el bienestar propio, sin tener en cuenta a otros. Dejarse llevar por el amor a los hijos propios permitiéndoles hacer lo que quieran respecto a los alimentos y la ropa, no reprenderlos cuando es necesario, no opinar cuando hacen algo mal, dejarles hacer lo que quieran. Hablar mal de otros para protegerse a uno mismo.
Rencor
Tener malos sentimientos hacia otros porque le han puesto en ridículo, porque han obstaculizado nuestras esperanzas o porque han dicho algo que no le agrada. Sentir rencor hacia las personas sin tener en cuenta la falta de capacidad, fortaleza o virtudes propias.
Ira
Enojarse porque la persona critica o hace algo que no le agrada, por querer perseverar en su propia opinión sin escuchar a los demás.
Ambición
Desear tener más de todo, obtener beneficios engañando a alguien, robar o apropiarse indebidamente de lo ajeno, y sucumbir a la lujuria.
Arrogancia
Ser presuntuoso, engreído, muy altivo, oprimir con la riqueza y la posición de uno y menospreciar a los demás. Tenerse a sí mismo en alta estima, tener un corazón que humilla a otros. Presumir de la propia inteligencia, desestimar y desdeñar a otros buscando siempre sus defectos. Fingir lo que no somos.